Ahora acaba de estrenarse en Polonia, con la mente puesta en la campaña de Navidad. Desde mediados de octubre empezarán a operar en el centro de Varsovia un total de 270 robots para gestionar 200.000 unidades de inventariodurante la temporada alta de la compañía. Y a partir del primer trimestre de 2016, otros 3.000 robots en dos nuevos centros logísticos cerca de Londres.
Del cambio que han gestado las máquinas da fe el centro logístico de Tracy, en el corazón del estado de California. Pese a estar equipado con robots, es uno de los centros con mayor número de empleados en EEUU: 2.500 personas para unas instalaciones con 90.000 metros cuadrados.
El retailer muestra las entrañas de un almacén donde procesar un pedido es cuestión de minutos y que, sólo en 2013 y gracias a esta tecnología entonces recién nacida, despachó nada menos que 36,8 millones de envíos, a razón de 456 productos por segundo, en el llamado peak day -el día con más pedidos del año-. Hace sólo un mes, el rendimiento de este centro permitía llevar también, hasta la vecina Los Ángeles y a todo el Condado de Orange, el servicio Amazon Prime, que supone entregar pedidos al cliente en un plazo máximo de dos horasy, entre otros productos, servir alimentación fresca y comidas de negocios locales.
En la planta californiana se perciben aún las susceptibilidades que provocó un reciente reportaje de The New York Times que describía la empresa como un infierno para sus trabajadores. No extraña por eso que la visita transcurra con continuas alusiones al confort que la presencia de los robotsimprimen al trabajo y preguntas retóricas sobre el oscurantismo del que acusaba el diario a la empresa.
Los responsables hacen notar incluso que los asientos desde donde trabajan los empleados fueron diseñados con el feedback de los trabajadores, que aportaron también su granito de arena en el diseño de las estanterías móviles.
El desarrollo de este abanico de posibilidades para el comercio que rozan la ciencia ficción no es uniforme ni siquiera en EEUU. El servicio Prime sólo está disponible en algunas ciudades donde la tecnología del centro logístico y la masa crítica de clientes lo aconsejan. De hecho, la expansión de la octava generación de revoluciones logísticas en Amazon será una excepción antes que una norma, según explican desde la compañía. Hasta ahora, estos robots sólo funcionaban en 13 ciudades del país sede. Y la agenda de Amazon pasa por implantarlos sólo en los nuevos centros logísticos si así lo requiere la demanda.
Desde la multinacional se esfuerzan en señalar que la robotización de las operaciones logísticas no sólo aporta ventajas en términos de eficiencia sino de capital humano, al exigir más mano de obra cualificada -sólo para los robots del centro de Varsovia, Amazon prevé contratar a 170 ingenieros-. Una suerte de círculo virtuoso que a sus responsables les gusta definir como "sinfonía entre tecnología avanzada y trabajo manual" y que los mismos empleados -associates en la jerga de la compañía en tanto que son dueños de acciones- saludan por su capacidad "para simplificarlo todo".
Los robots, sencillos, cuadrados y equipados con ruedas que les dan aspecto de taburetes móviles, pesan 145 kilos pero pueden levantar hasta 340 kilos. Se desplazan por las instalaciones a 5,5 kilómetros por hora y se conectan por wifi, de manera que el sistema informático de Amazon les envía órdenes de forma centralizada. En este sentido, el algoritmo que les hace funcionar permite a adaptar la ruta de los robots a la velocidad del picker -el empleado que recoge los pedidos-, de tal forma que las estanterías se mueven de acuerdo con el ritmo del empleado.
"Los robots nos permiten cuatro cosas básicas: primero, asistir a los empleados en su trabajo diario en una interactuación entre máquinas y humanos que permite ganar eficiencia y comodidad; en segundo lugar, permiten ganar un 50% de capacidad de almacenaje, lo que nos permite disponer de más productos más cerca de los clientes; tercero, nos permiten procesar los pedidos más rápido y reducir el tiempo entre el clic y la entrega al cliente; y, por último, facilitan la creación de nuevos puestos de trabajo cualificados", desgrana Kelvin Downes, director general del centro de Tracy
Desde su creación, Amazon ha potenciado los servicios a terceros. Y desde el retailer se insiste a menudo en su marketplace, que permite a cualquier empresa vender sus productos en el gigantesco escaparate de la compañía, con el pago de una única comisión de venta del 15%. Según Amazon, más de un 40% de ventas en todo el mundo fueron hechas por terceros en el segundo trimestre de 2015. En España, casi 10.000 pymes recurrieron a ella como canal de venta on line. Sólo en 2014, un 40% exportó y sus ventas exteriores crecieron más del 300%. Estos vendedores pueden emplear además los medios logísticos de la propia Amazon, enviando los productos a un centro para su almacenaje, preparación y despacho.
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