2020 EL AÑO EN EL QUE EL PLANETA TIERRA SE DETUVO POR COMPLETO.

Por Javier Mazeneth

Hace algún tiempo atrás para nosotros los seres humanos a pesar de la innegable evidencia que teníamos era imposible imaginarnos lo que hoy nuestro planeta está viviendo, a pesar de que muchas voces constantemente nos advertían lo que se avecinaba aspectos como el cambio climático, el aumento de la temperatura de la tierra, gigantescos incendios que consumirían grandes porciones de bosques, daño sostenido de la capa de ozono, extinción de algunas especies animales y vegetales, derretimiento de polos y glaciales, largas sequias, terremotos y huracanes que devastarían y dejarían anegadas cientos de ciudades y millones de desplazados nunca le prestamos la suficiente atención y mas un no hicimos lo necesario para asegurar el equilibrio y sostenibilidad que nuestro planeta moribundo a gritos nos reclamaba.

Como seres humanos en nuestro afán de consumir y amasar fortunas nos olvidamos de lo básico, de lo simple, de ese equilibrio necesario que nos permitiese crecer sosteniblemente como raza o civilización; hoy somos aproximadamente 7.500 millones de almas inconscientes habitando un planeta que cada día ve más agotados sus recursos sin soluciones cercanas que permitan asegurar ese equilibrio que tanto necesitamos.

Somos testigos de la pérdida de valores claves para asegurar nuestra adecuada convivencia y supervivencia, la honestidad, la tolerancia, el respeto, la responsabilidad por nuestros recursos naturales, son valores extintos en la gran mayoría de las sociedades de nuestro planeta.

¿entonces me pregunto cuál será el legado que vamos a dejar a nuestras futuras generaciones?

En nuestro universo todo es energía y está perfectamente regulado por ciclos, aquel balance que nunca le pudimos asegurar a nuestro planeta hoy el mismo planeta nos obliga a cumplirlo, en la evolución de nuestra conciencia estamos asistiendo a un cambio de era, a un cambio de paradigmas, todo aquello que en algún momento considerábamos como normal hoy deja de serlo, ya podemos asegurar que estamos viviendo un antes y un después marcado desde aquel momento en el por causa de un virus nuestro planeta se detuvo por completo.

Al escribir estas líneas millones de personas en la tierra se encuentran confinadas en sus hogares por causa de un poderoso patógeno con una capacidad impresionante de contagio que se disemino por todo el globo en un abrir y cerrar de ojos convirtiéndose en pandemia y paralizando a una civilización entera, los niños ya no van a jugar y a divertirse a los parques, los autos lujosos ahora están guardados amasando polvo en sus estacionamientos, los aviones que transportaban miles de personas en su gran mayoría no vuelan, las ciudades que nunca duermen estas totalmente paralizadas y desoladas entregadas a las manos de Morfeo, las economías más fuertes del mundo hoy se tambalean cual castillo de cartas al exponerse a una leve brisa, el temor es nuestro principal compañero al acostarnos y al despertar y el costo que nos ha tocado pagar es inmensamente grande dada la gran cantidad de vidas que se han perdido.

Al escribir esta reflexión para ustedes me viene a la cabeza la palabra RESILIENCIA, esta se refiere a la capacidad que tenemos para poder sobreponernos en momentos críticos y adaptarnos a un nuevo entorno luego de experimentar una situación inusual e inesperada, en otras palabras, la RESILIENCIA es la aptitud que tenemos como personas o grupo de individuos de una sociedad para recuperarnos frente a la adversidad y seguir proyectándonos hacia el futuro.

La pandemia mundial que hoy vivimos por causa del COVID-19 nos ha mostrado en cierta forma nuestra capacidad de hacer frente a la adversidad, ha cambiado nuestra forma de ver y hacer las cosas, nos ha permitido disfrutar y valorar espacios que antes por el afán de la vida no alcanzábamos a darles el valor que tenían, el planeta nos ha dicho detente y nos ha dado un gran momento para reflexionar sobre tantos y tantos aspectos que no estaban bien en nuestras vidas, nos ha permitido encontrarnos con nosotros mismos, nos ha enseñado que no hay nada más valioso que los momentos en familia.

Hoy aprendimos que la tecnología en estos tiempos de aislamiento se ha convertido en uno de nuestros mejores aliados, trabajar a distancia de manera remota (Teletrabajo o Home Office), educar a nuestros hijos a través de entornos virtuales (E-learning) o simplemente realizar las compras desde nuestro computador son muchas de las cosas que el confinamiento obligatorio nos ha traído, pero también nos ha dejado muy claro que a pesar de que estemos separados físicamente hoy estamos más unidos y fortalecidos que nunca.

La pandemia del coronavirus le ha permitido un pequeño respiro a la tierra, a medida que el planeta se va paralizando los niveles de contaminación en algunos países han ido bajando, según reporte de la ONU china por ejemplo informa de una reducción del 25% en las emisiones de CO2, del mismo modo en Italia en cuanto a calidad del aire se observa una tendencia gradual de reducción de alrededor de 10% por semana durante las ultimas 4 semanas.

A manera de conclusión:

1. Cuando superemos esta pandemia el planeta que vamos a encontrar va a ser muy pero muy diferente al que dejamos.

2. Una vez superado esto tendremos inevitablemente dos opciones, Nos lamentamos y sufrimos o nos reinventamos, transformamos, innovamos, rediseñamos y crecemos ya que la economía del mundo seguramente quedara muy golpeada.

3. Debemos aprovechar estos dias de crisis para hacernos una autoevaluación, mirar hacia a dentro y replantearnos un cambio, reflexionar sobre cual es mi propósito, para que soy bueno, que puedo ofrecer y que trabajo me hace feliz.

4. Como este virus al parecer se origino en un mercado de Wuhan donde las condiciones de higiene no eran las mejores al final de esta experiencia hagamos esta reflexión personal: ¿Qué tal es mi higiene mental? ¿Puedo contaminar a otros con mis palabras y pensamientos? ¿Qué puedo decir de la higiene de mis actos?  

El 2020 será un año para nunca olvidar, pero también un año de enormes lecciones de vida y aprendizajes, un año en donde aprendimos mucho pero también desaprendimos demasiado, un año donde sucedió lo que nunca alcanzamos a imaginar, un año en donde el “Planeta tierra de detuvo por completo”